NASHVILLE —  De local, con un estadio agotado y con presencia de 30.109 aficionados, el Nashville no pudo contra el Inter Miami y sus estrellas. A pesar de venir de una gran participación en el torneo, el Nashville por diferencia de un penal no se pudo consagrar.

Cabe resaltar de que el Nashville eliminó a gigantes de la Liga MX como el Ámerica (por penales) y al Monterrey en la semifinal; y derrotó a equipos complicadísimos de la MLS como lo son el Cincinnati (también por penales) y el Minnesota United. 

Mientras tanto, el Inter Miami venía con un camino un poco más llevadero, pero con algunos rivales también complicados, como el Cruz Azul (en el debút con gol de tiro libre de Messi) el Atlanta United, el Orlando City (su clásico rival), el FC Dallas (con uno de los mejores partidos del torneo) y el Philadelphia Union en la semifinal.

El cruce entre estos dos se esperaba desde la previa ser un partidazo. Al fin de cuentas, esa decripción se quedo corta, y será recordado como uno de los partidos más importantes en la historia de la MLS, no solo por el récord alcanzado por Messi con 44 trófeos en clubes y selección, sino por el desarrollo y lo significativo que fue para la liga estadounidense.

El partido empezaba con mucha fricción, pero la primera chance llegaría al minuto 13 con un remate desde lejos de Shaq Moore, el lateral derecho de Nashville SC. El remate terminó lejos del palo izquierdo del arquero de Inter Miami, Drake Callender.

Pocos minutos después, el Nashville volvió a avisar con un buen cabezazo dentro del área del central de la selección de los Estados Unidos, Walker Zimmerman, pelota que una vez más sería controlada por Callender.

Pero el Inter Miami no se quedaba con los brazos cruzados, sino que después de recuperar la pelota, el finlandés, Robert Taylor, agarraría la pelota en la punta del área y sacaría un tremendo bombazo, que fue cubierto muy bien por el arquero Elliot Panicco de Nashville SC.

A pesar del buen remate de Taylor, el Nashville parecía sentarse mejor en el partido, controlando la posesión de la pelota y tomando la iniciativa en el ataque. Con una línea de 5 al defenderse, con los dos laterales subidos bien al ataque cuando llegaba la hora de contraatacar.

Pero como ocurrió todo el torneo, cuando el Inter Miami parecía no poder hacer pie en el partido, Messi agarra una pelota suelta en el borde del área, engancha dejando pasar a los defensas de Nashville y saca un hermoso remate desde afuera del área, clavandola al ángulo izquierdo del arquero Panicco, metiendo uno de los mejores goles del torneo.

A este punto, el Miami recuperó un poco la pelota, pero el peligro no dejaba de subsistir, y el Nashville seguía avisando. Al minuto 33, Alex Muyl tendría la chance de cabeza, pero una vez más Callender salvaba al Inter Miami del empate.

La hinchada del Nashville se hacía sentir, mientras que los del Inter, siendo minoría, intentaban hacer lo suyo. Pero la superioridad de hinchas amarillos se notó cuando al minuto 36, una jugada que parecía infracción para el conjunto local, no es cobrada por el árbitro Ismail Elfath, lo que provocó el abucheo sin cesar de la gran mayoría del estadio.

Al terminar el primer tiempo, daba la impresión de que el Nashville hacía mejor las cosas, pero teniendo a Messi, cada vez que la agarraba el Miami, parecía que iba a pasar algo. A pesar de tener más la pelota el Nashville, los remates claros las tuvo el Miami, con un remate de Taylor y el golazo de Messi. Nashville se aproximaba al área, pero solo llegó con un par de cabezazos que controló Callender en el área chica.

Al comenzar la segunda parte, ahora se revertían los roles, y parecía el Inter de Miami el que agarraba la pelota e intentaba. Pero como le ocurrió al Nashville, cuando parecía ser todo del Inter Miami, el Nashville avisó una vez, y del córner, Fabrice Picault cabecea solo en el segundo palo, con la pelota rozando la rodilla de Taylor, y finalmente empujada hacia adentro por Callender que no llegó a responder. Empataba el Nashville, y parecía ahogarle la fiesta al equipo de David Beckham.

Después del gol, Nashville parecía tener el envión anímico y estaba más metido en el partido. Generó mucho peligro en el área rival, lo que metía muy atrás al Miami. El problema para el equipo de Gerardo Martino, era que al defenderse, no tenían un mediocampo para la transición al ataque. Cuando recuperaban la pelota en defensa, o quedaba la pelota suelta en la mitad de la cancha para que la agarre algún jugador de Nashville, o tiraban un pelotazo largo para que pescara Messi alguna pelota. 

De tantos malos despejes de Miami, eventualmente al minuto 67, Anibal Godoy decide probar su suerte con un lindo remate que controlaría fácilmente Callender. En respuesta, Messi agarra una pelota suelta en la puerta del área rival, gambetea, y saca un lindo remate que se estrella contra el palo derecho del arquero de Nashville.

El partido se hacía ida y vuelta, pero al minuto 76, Mukhtar encuentra un rebote al costado del arco, con un arquero ya casi vencido. Pero por culpa de un ángulo difícil, termina estrellando el balón al costado de la red. Al moverse la red del arco, muchos hinchas gritaron el gol, pero terminó siendo saque desde el arco para Callender.

Llegando al final del partido, el que avisaba más era el Nashville, con remates de Mikhtar y centros que no encontraban recepción en el área.

Pero la última del partido, la tendría el Inter Miami con un pelotazo largo que intenta despejar el central de Nashville y erra en el cálculo, dejando a Leonardo Campana mano a mano con Panicco. Campana intenta picarsela al arquero, erró el arco, y con un defensor de Nashville ya vencido desparramado en el área, el delantero de Miami no llega con el arco solo a empujarla hacia adentro, enviándo la pelota al saque de arco. Con eso, llegó el silbatazo final del juez, para llevar a la final a los penales.

En los penales, Messi consiguió el gol, al igual que Mukhtar. Pero en el segundo penal, Busquets convierte para Miami, pero Randall Leal falla su penal, dejando al Inter de Miami en ventaja. Esta ventaja se mantuvo hasta el quinto penal, que es errado por Victor Ulloa del Inter Miami y después es convertido por Sam Surridge de Nashville SC.

Crecía la tensión en el estadio, y los fanáticos de Nashville le metían presion haciendo ruido cada vez que pateaba el Inter Miami, pero no había caso, todos los ejecutantes convertían sus goles.

Tal fue el caso, que la tanda llegó hasta los arqueros. Acá es dónde se sacó la diferencia, ya que Callender, la figura en los 90 minutos, patió muy bien su penal, y para colmo, ataja el de su contrincante, regalandole la victoria a Lionel Messi y a todo el Inter Miami.